Image credit: Syndication: Arizona Republic
Traducido por Pepe Latorre
Se ha hablado mucho del fracaso de los equipos mejor clasificados en lo que va de playoffs este año. En la ronda de comodín, Texas, quinto clasificado, ganó a Tampa Bay, cuarto clasificado. Arizona, sexto clasificado, venció a Milwaukee, tercer clasificado. En la serie divisional vimos tres sorpresas y las cabezas de serie de ambas ligas fueron derrotadas:
Arizona (6ª) barrió a Los Angeles (2ª)
Texas (5ª) barrió a Baltimore (1º)
Filadelfia (4º) venció a Atlanta (1º)
Hay circunstancias atenuantes. Algunos señalaron los días de descanso extra para los dos primeros, ya que solo los Astros ganaron su serie. Sin embargo, el análisis del argumento de los días de descanso realizado por Ben Clemens de FanGraphs la semana pasada no respalda la idea de que los equipos con varios días libres estén en desventaja en los playoffs.
También está el hecho de que los peloteros que los equipos utilizan durante los 162 partidos de liga regular no son necesariamente los que vemos en octubre. Los Braves tenían a un abridor, Max Fried, recuperándose de una ampolla y a otro, Charlie Morton, fuera por un esguince en un dedo. Los Dodgers tuvieron un récord de 30-20 en juegos iniciados por tres lanzadores no disponibles en la postemporada: Julio Urías, Tony Gonsolin y Dustin May. El mejor lanzador de los Rangers en la recta final no llegó al equipo hasta el 30 de julio. Cuatro de las cinco victorias de los Diamondbacks en los playoffs en las dos primeras rondas fueron cerradas por un lanzador que pasó la mayor parte del año en Seattle. El jardinero central que atrapó el elevado del MVP Ronald Acuña Jr. hacia lo profundo del jardín central con las bases llenas, poniendo fin a la mayor oportunidad de anotar de Atlanta en el partido decisivo de Filadelfia, estuvo en las Menores hasta después del parón del Juego de Estrellas.
Así que mucho de lo que sucede en la postemporada viene marcado por lesiones, cambios en el roster, momentos calientes de algunos peloteros (.477/.558/1.136 para Turner, Harper y Castellanos en la Serie Divisional) y momentos fríos de otros (.222/.375/.244 para Acuña, Albies y Olson). Pero incluso con estas cosas impredecibles, también hay un aspecto menos atractivo, pero igualmente válido: la probabilidad.
El equipo con mejor récord este año fueron los Atlanta Braves, 104-58. El peor récord de playoffs lo tenían por igual Diamondbacks y Marlins, 84-78. El mejor equipo había ganado el 64.2% de sus partidos. El peor clasificado para octubre había ganado el 51.9%. Si Arizona o Miami hubieran derrotado a los Braves se habría clasificado siendo la tercera mayor sorpresa en postemporada en términos de diferencia de porcentaje de victorias en la historia de la MLB. Pero ¿cómo de improbable sería así?
Podemos usar la fórmula Log5 para determinar la probabilidad de que un equipo como los Braves de 2023 gane a un equipo como los Marlinbacks de 2023. La fórmula es
(Pa – Pa x Pb) / (Pa + Pb – 2 x Pa x Pb)
donde Pa = probabilidad de que gane el primer clasificado y Pb = probabilidad de que gane el otro equipo. Usamos el .642 de los Braves para Pa y el .519 de Miazona para Pb y obtenemos 0.625. Hay una probabilidad de cinco a ocho de que, en un partido entre un equipo como Atlanta y un equipo como Miami o Arizona, el equipo tipo Atlanta ganará.
Pero eso es sólo en un juego. Cuantos más partidos jueguen, más probabilidades habrá de que gane el mejor equipo. Si juegan una serie al mejor de tres hay tres caminos hacia la victoria: WW, WLW y LWW. Para Atlanta, las probabilidades de estos son 0,625*0,625, 0,625*0,375*0,625 y 0,375*0,625*0,625. Eso suma 0,683. Si ampliamos eso al mejor de cinco, Atlanta tiene 10 rutas hacia la victoria: WWW, WWLW, WLWW, LWWW, WLWLW, WLLWW, WWLLW, LLWWW, LWLWW y LWWLW. Consulta mis cálculos si quieres, pero la respuesta es 0,724.
Esto nos dice que cuando un equipo con 104 victorias tiene una serie al mejor de cinco contra un equipo con 84 victorias hay una probabilidad superior a uno entre cuatro de que gane el equipo con 84 victorias. Eso no es una casualidad, ni el mejor equipo se está asfixiando. Así es como funciona la probabilidad.
Llevemos el modelo a una serie al mejor de siete. Hay 35 formas diferentes de ganar una serie al mejor de siete, desde una barrida de cuatro juegos hasta lo que pasó en las Series de Campeonato del 2004: LLLWWWW. Podemos calcular las probabilidades de todos ellos. Y agreguemos la variable local/visitante: dos juegos para el equipo mejor clasificado en casa, seguidos de dos o tres fuera de casa, terminando con dos en casa si es necesario. En 2023 los equipos locales ganaron el 52.1% de sus partidos. Por lo tanto, aumentaremos las probabilidades de que Atlanta gane un solo juego al 64.6 % en casa y al 60.4 % como visitante cuando juegue contra un equipo 84-78, con el equipo “malo” ganando el 39.6 % en casa y el 35.4% como visitante.
Si se calculan las probabilidades de los 35 caminos posibles hacia la victoria en una serie al mejor de siete, y se tiene en cuenta la variable local o visitante, un equipo con récord de 104-58 puede esperar vencer a un equipo con récord 84-78 el 73.6% de las veces. Es mejor que la probabilidad de ganar un solo juego. Es mejor que la probabilidad de ganar una serie al mejor de tres. Es mejor que la probabilidad de ganar una serie al mejor de cinco. Pero todavía hay menos de tres posibilidades entre cuatro. Tu probabilidad de lanzar una moneda dos veces y no obtener cara en ninguna de las ocasiones es mayor que la probabilidad de que un equipo con récord de 104-58 gane una serie de siete juegos contra un equipo con récord de 84-78.
Un ejemplo menos extremo: si un equipo con un 97-65 en liga regular juega contra un equipo con un 87-75 (10 juegos de diferencia), se puede esperar que el mejor equipo gane la serie a siete juegos sólo el 62.3% de las veces.
Entonces, ¿por qué estamos viendo más sorpresas ahora? De las 10 series de postemporada con mayor diferencia entre el porcentaje de victorias de los equipos ganadores y perdedores en la temporada regular, seis han ocurrido desde 2019:
Año
Series
Ganador
W-L%
Perdedor
W-L%
Diferencia
1906
WS
White Sox
.616
Cubs
.763
.147
2022
DS
Padres
.549
Dodgers
.685
.136
2001
CS
Yankees
.594
Mariners
.716
.122
2021
CS
Braves
.547
Dodgers
.654
.108
1973
CS
Mets
.509
Reds
.611
.102
2023
DS
Diamondbacks
.519
Dodgers
.617
.099
1954
WS
Giants
.630
Indians
.721
.091
2019
WS
Nationals
.574
Astros
.660
.086
2022
DS
Phillies
.537
Braves
.623
.086
2023
DS
Phillies
.556
Braves
.642
.086
¿Es por el descanso de los principales favoritos? ¿Un signo de mediocridad general? ¿O una concentración de buenos equipos, todos del mismo nivel, en lo más alto de la clasificación?
¿Quizás nada de lo anterior? Cuando un equipo que perdió 20 juegos más que su oponente juega en una serie al mejor de siete ganará en el 26.4% de las veces. No es tan raro.
Lo que es raro, según los estándares históricos, es la cantidad de equipos que pierden muchos más juegos de los que su oponente aparece en la postemporada. Durante los primeros 65 años de la Serie Mundial, sólo aparecía el mejor equipo de cada liga. Durante los siguientes 24 años (dejando de lado 1981), aparecieron cuatro equipos, los cuatro ganadores de división. Hubo años en los que había grandes diferencias entre esos equipos, pero no muchas.
Luego, en 1995, los playoffs se ampliaron a cuatro equipos por liga. A partir de 2012 cada liga agregó un quinto equipo con posibilidades de llegar hasta el final. El año pasado apareció un sexto. En este análisis contamos solo los ocho equipos que llegaron a la Serie Divisional, pero el grupo del que se extrae ahora contiene el 40% de los equipos de cada liga.
Esto da lugar a muchas diferencias. Aquí hay una lista de series de postemporada que presentan oponentes con una diferencia de victorias y derrotas de al menos 10 juegos en la clasificación en la era de la comodín, y cómo le fue al equipo con el mejor récord:
Temporada
Series
W-L
2012
1
0-1
2013
0
0-0
2014
0
0-0
2015
0
0-0
2016
2
2-0
2017
4
3-1
2018
2
2-0
2019
2
1-1
2021
1
0-1
2022
4
2-2
Son 10 postemporadas, con 16 series entre equipos separados por 10 o más juegos. El equipo con mejor récord ha ganado 10 de esas series, es decir el 62.5%. Como se señaló anteriormente las probabilidades de que eso suceda en una serie de siete juegos son del 62.3%. Virtualmente idéntico. No pasa nada raro.
Esta postemporada ha sido inusual, sin duda. Arizona ganó a un equipo que ganó 16 juegos más, Filadelfia a uno que ganó 14 juegos más, Texas a uno que ganó 11 más. Pero es sólo un año. Hemos visto un aumento en las sorpresas en la era de la comodín, pero nada que las probabilidades no anticiparan.
El motivo de que haya más sorpresas es simplemente que hay más equipos. Y la probabilidad.
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